← Volver al blog

Roberto Moro. La odisea de un encuentro

Traders » Roberto Moro. La odisea de un encuentro

La odisea de un encuentro

Cuando cumplí nueve años, mi madre me regaló un despertador Casio. Se trataba de un pingüino disfrazado de buzo que te despertaba agitando las aletas y haciendo ruidos raros o, también, con el clásico piribiribí digital que todos odiamos. Ese despertador duró exactamente doce años. Así que, en mi vigésimoprimer cumpleaños, me hice con otro despertador Casio. Hoy sigue a mi lado.

4:30 ¡Cuatro treinta de la mañana! Casi once años después el maldito piribiribí me dice que salga de la cama y, encima, que espabile, que en media hora tengo que estar saliendo de casa. (Once años… ¿Quiere esto decir que a mi Casio le queda un año de vida?)

Tengo que coger un avión a Madrid en el aeropuerto de La Coruña a las 7:00, por lo que le aplico la hora de anticipación en el aeropuerto de rigor. Tendré que llegar a las 6:00 y, entre ponte bien y estate quieto (actualmente estoy relativamente lejos de Coruña), no debería salir más allá de las 5:15 de casa.

¡Ánimo, que es por una buena causa! Hoy tengo que encontrarme con Roberto Moro en el centro de Madrid a las once de la mañana.

(Si estás pensando lo que yo creo que estás pensando, te diré que estás en lo cierto: Roberto Moro también forma parte del enorme-proyecto-del-que-todavía-no-puedo-revelar-nada-pero-que-ya-falta-menos-para-que-lo-haga).

Voy conduciendo por la autopista (limitada, de nuevo, a 120km/h) a una exasperante media de unos 90-100km/h ¿Y qué le voy a hacer si no se ve absolutamente nada con la espesísima niebla que hay?

Por fin llego. Dejo el coche en el parking. Al salir, miro el número de la plaza de reojo, doscientos nosecuantos, (ese «de reojo» me pasaría una factura de casi diez minutos buscando el coche como un tonto por todo el parking esa misma noche).

¿Hora? 6:02 Todo en orden. Al mostrador de Spanair.

«Sr. Fraga, lamento informarle de que no hay aviones en el aeropuerto de La Coruña. Debido a una intensa niebla, no ha aterrizado ningún avión desde ayer por la tarde. Por lo tanto su vuelo está pospuesto por tiempo indefinido.»

¿¡Cómo!? ¿Y eso qué quiere decir?

«Sr. Fraga, tiene que esperar usted a que llegue el próximo avión de Madrid. Embarcará usted a las 8:20 para despegar a las 8:50.»

Respira hondo. Tranquilízate. Lo tienes controlado. No pasa nada. Te sobraba mucho tiempo, así que aún con el retraso, forzando las cosas, quizás seas capaz de llegar a la hora acordada. Pensemos:

Lo primero es llamar a Cristina (mi compañera de equipo, que vuela a la vez desde Barcelona a Madrid y con la que tenía previsto encontrarme en el aeropuerto de destino).

«Hola, Uxío. Estoy en el medio de la autopista en la más absoluta de las oscuridades. He reventado una rueda. Voy a perder el avión.»

Risa floja. En este tipo de situaciones, es mejor reír que llorar.

Nos animamos mutuamente ¡No nos cogerán sin lucha!

Me pongo a esperar ¿Sabes lo aburrido que es hacer kilómetros caminando en círculo en seis metros cuadrados durante dos horas? Ya te lo digo yo: Muy aburrido. Extremadamente aburrido.

Si te fijas, verás que en ese panel pone que mi vuelo está retrasado:

Invertir en Bolsa - Aeropuerto

Comienza a amanecer. Niebla cerrada. No se ve la torre de control del aeropuerto, ni siquiera estando al lado de ella. Se me enciende una bombilla…

Atención, pregunta ¿Con esta niebla puede aterrizar el avión que estoy esperando?

Al mostrador de atención al cliente…

«El avión de Madrid todavía no ha despegado. Está acumulando un retraso de más de 45 minutos. Además, este aeropuerto continúa cerrado. No puede aterrizar ningún avión.»

¡Lo que faltaba!

Piensa, Uxío, piensa. Olvídate de aviones. Tienes el coche en el parking. En seis horas puedes estar aparcado en el centro de Madrid ¿Sí? Sí. En seis horas serían las dos de la tarde… Olvídate del coche. Estás atrapado.

En este momento, es cuando uno se acuerda (y maldice) que se ponga un AVE Toledo-Cuenca-Albacete y luego se cierre por falta de uso, pero que en Galicia no tengamos un tren decente a pesar de necesitarlo con urgencia desde hace muchos años.

Así que, o en avión, o fin de la historia.

Pero esta historia no puede tener fin. Antes muerto.

Llama Cristina.

«Al final llegué a tiempo, antes del despegue. Pero no me dejaron entrar porque, según ellos, el embarque ya estaba cerrado. Trataré de comprar otro vuelo para ahora…»

Espero.

Espero…

Espero……

Megafonía del aeropuerto:

«Atención, atención. Pasajeros del vuelo Spanair 6073 destino Madrid, les espera un autobús para ser trasladados a Santiago de Compostela.»

Reir por no llorar…

Empiezo a pensar que, para cuando llegue, voy a tener el tiempo justo para embarcar en el avión de vuelta ¡porque será ya de noche! Respira hondo, concéntrate y todas esas cosas que llevo haciendo toda la mañana…

Llamo Cristina y le cuento la situación. Ella me comenta cómo le van las cosas:

«He conseguido otro vuelo y salgo enseguida.»

¿Primera buena noticia en toda la mañana? Ahora el reto está en que yo sea capaz de llegar ¡antes del año que viene!

Subo al autobús. Decir que la gente está crispada es poco. A estas alturas, ya nos conocemos todos y empezamos a ser medio amigos. En marcha.

Ni te imaginas la cara de idiota que se me queda cuando compruebo que, a cien metros del aeropuerto del que me alejo, el cielo está completamente despejado y los pajarillos gorjean en una feliz mañana de septiembre.

A estas alturas yo ya iba pensando en que esto tenía que contarlo en el blog, así que decidí hacer otra foto con el móvil:

Invertir en Bolsa - Viaje

Bueno, parece que ahora las cosas ya sólo pueden salir bien…

Error. Pueden salir mal. Te lo digo yo que pueden.

Al llegar a Santiago ¡hay niebla!

Además, no me dejan pasar el control de seguridad ¡porque no saben nada de un vuelo desviado de Spanair!

Finalmente, y tras unos tensos minutos de espera, me dejan acceder a las puertas de embarque con la recomendación de «que nos acerquemos a la puerta a la que llegue algún Spanair, cuando llegue, si es que llega, y que, en cualquier caso, no lo veremos reflejado en los monitores. Así que ya podemos estar atentos

Invertir en Bolsa - espera

Por fortuna, todo el aeropuerto de Santiago es más pequeño que el satélite de la T4 de Madrid y es perfectamente abarcable en tres minutos de paseo.

Por fin llega un Spanair y sale la gente de Madrid. Hacemos cola durante un tiempo interminable para entrar en el avión. Einstein decía que si vas muy rápido el tiempo pasa más despacio, pero yo creo que se equivocó: Si estás parado esperando, el tiempo se alaaaaarga y todo resulta eterno.

Cristina me llama y me avisa de que ya está en Madrid esperándome. Yo le cuento que ya estoy esperando para entrar en el avión y que nos encontraremos enseguida (iluso de mi). De paso, aviso a Roberto Moro que voy a llegar más bien tarde, tirando a muy tarde.

¡Victoria! Estoy sentado en el avión. Bueno, sentado es un decir. Realmente estoy en una pseudo-postura que impide colocar las rodillas en la posición que uno entiende como sentado. Mido 1.83m, no soy tan grande, aunque está claro que el confort mínimo no entra dentro en los planes de las compañías aéreas, por mucho que se empeñen en decirnos «Esperamos que disfruten del vuelo». En lo de «Esperamos» no se equivocan nada. Llevo cinco horas esperando. Pero, en lo de «disfruten» no acabamos de estar de acuerdo.

¿Qué suele suceder cuando uno está sentado en el avión y empezamos a oír «Armamos rampas» y cosas por el estilo? Que el avión despega.

Pero he dicho suele porque este no es mi caso. Al menos hoy, que parece que se ha tramado una confabulación universal para que yo no llegue a Madrid:

Una chica no tiene dónde sentarse porque le han dado la misma tarjeta de embarque (con el mismo asiento) que a una de sus amigas.

A estas alturas, el capitán, que ya nos había informado de que el cielo en Madrid estaba despejado, que la temperatura ambiente era de 24ºC y de que disculpen las molestias, nos lo vuelve a repetir todo en tres idiomas para hacer tiempo mientras, según él, se resuelve un «leve incidente de documentación».

¡Despegamos!

Yo suponía que, durante el vuelo, los instrumentos se volverían locos al entrar en una tormenta eléctrica y que nos quedaríamos sin combustible, teniendo que realizar un amerizaje de emergencia en mitad del Atlántico norte (ya sé que este avión no sobrevuela el Atlántico norte, no hace falta que me lo digas). Pero no. Fue todo bien. Aterrizaje y…

«Señores pasajeros, les recordamos que deben mantener los teléfonos móviles apagados y el cinturón abrochado hasta que el aparato esté completamente detenido. Gracias.»

Ya sabes que esto es como una señal. Se trata de un mensaje cifrado que en realidad significa: «Sres pasajeros, como ya estamos cerca de la puerta embarque, levántense todos, apretújense en el pasillo y no se olviden de encender el móvil mientras bajan esos equipajes de mano del tamaño y peso de un elefante pequeño. Gracias.» y, en ese mismo instante, todo el avión se pone en pie haciendo exactamente lo que nos acaban de decir.

Ya sabía yo que eran demasiadas cosas buenas juntas: El capitán, por tercera o cuarta vez, nos cuenta que en Madrid la temperatura ambiente es de 26ºC, etcétera, etcétera y que en estos momentos estamos esperando a que acoplen la pasarela de embarque que, por alguna extraña razón, hace diez minutos que ya deberían haber acoplado.

Y yo pienso. Ahora mismo, pasa de mediodía ¿¡Y para esto madrugo!?

Milagro. Estoy en Madrid. Me encuentro con Cristina, que lleva hora y media paseando por el aeropuerto. Nos metemos en el metro y gracias a una aplicación para el móvil que te traza la mejor ruta en el metro de Madrid, gracias a Google Maps y gracias a una señora que nos dio indicaciones precisas en medio de las calles, conseguimos llegar en tiempo record, con casi dos horas de retraso y más de ocho horas después de que sonase el terrible despertador, a nuestra cita con Roberto Moro.

Invertir en Bolsa - Roberto Moro - Uxio Fraga

Roberto Moro, además de un reputado analista, es un trader profesional con amplia experiencia en el mundo de la Bolsa. Por otra parte, yo soy seguidor suyo porque siempre le da a todo un enfoque muy práctico y muy sensato que ayuda a ver de manera sencilla lo que en principio podía parecer complicado.

Tiene una web personal, RobertoMoro.com, en la que dedica sus buenas horas cada día a realizar informes muy completos sobre la situación actual de los mercados y su posición de combate en los mismos. Incluso, deja abierto un espacio a comentarios que siempre responde con atención. Además, puedes pinchar aquí para conectar con él en Twitter.

Evidentemente, no te puedo desvelar todavía lo que estuve haciendo con Roberto, pero sí que te puedo adelantar que es encantador, amabilísimo y que, como siempre, destacó por su gran claridad de ideas y sencillez a la hora de explicar las cosas.

Sólo por estar con él, aprendí un montón de cosas y estaré encantado de transmitirte la esencia de sus ideas.

El super-mega-proyecto-secreto va viento en popa, y ahora que contamos con Roberto en el equipo, sencillamente, ya no puede ir mejor.

Como siempre te digo, si te ha gustado esta historia, pincha en los botones de abajo a la izquierda y difúndela en Facebook, en Twitter, pásasela por email a tus amigos o pincha en el botón +1 de Google. Y, por supuesto ¡no te olvides de comentar! Me encanta saber que lo has leído y que te ha interesado.

 

 

Uxío Fraga

Trader, formador de traders, ingeniero y emprendedor. Fundador de Novatos Trading Club (Escuela Profesional de Traders), autor del libro « aprende a especular en bolsa » y fundador de Material Bitcoin. Es uno de los traders de mas renombre en España.

21 Comentarios

  1. kiku

    Para mí Roberto es el mejor analista.Acudo siempre que puedo a sus encuentros digitales,es un crack.

  2. I72

    Tras sumergirnos en el relato creo que todos esperábamos ya la segunda parte. Nos tienes pendientes de tu proyecto y con ganas de verlo. Suerte

  3. Uxío Fraga

    ¡Hola a todos y muchísimas gracias por comentar!

    En efecto, fue una aventura entretenida (un poco estresante, para ser sinceros), pero valió la pena por completo.

    ¡Muchas gracias a todos y un saludo!

  4. Enrique

    Gracias por contarlo Uxio.

    Me ha encantado tu relato y me alegro de que al fin llegaras y cumplieras tu propósito.
    Un saludo

  5. Asesor

    Enhorabuena por la entrevista y suerte con el proyecto. Por cierto he pinchado en el twitter de Roberto Moro y no veo que hable con nadie, parece que se limita a escribir de vez en cuando pero nada más.

  6. Pedro

    Menuda odisea. Lo mejor es que al final se cumplió to objetivo. Pudiste encontrarte con Roberto Moro y que se comprometiese a participar en el megaproyecto. Menuda adquisición y menuda suerte. Ignoro que otras personas forman parte de él, pero esta es un buenisima adquisición. Una persona cercana y sencilla, y a la vez un magnífico analista y trader que lo complicado lo hace sencillo, sin perder profundidad en su análisis. Te felicito por ello y nos felicitamos todos los que pertenecemos a novatos. Un saludo a todos. Pedro

  7. Oscar Bártulos

    Cuando las cosas se ponen difíciles es cuando de verdad se ve el potencial de las personas. El que la sigue la consigue. Que será será!!!!!!!!!Ánimo.

  8. Sergio

    Gacias Uxío, esto sigue creciendo y tu eres un fénomeno…

  9. AL

    Y….el proyecto….¿nada tiene que ver con una escuela de bolsa o algo así verdad? jojojo

  10. Jorge

    Genial Uxio, esto va cada vez a más.

  11. ILB

    Me intriga mucho el proyecto del que nada puedes contar por el momento… estará listo antes de que se acabe 2011???
    Enhorabuena por la web, me encanta aunque no entiendo la mitad!!

  12. Javinoriega

    Uxío, menos mal que no era mañana, martes y…

    Ya nos tienes a todos intrigados con el proyecto. Suerte con lo que sea!!

    Saludos

  13. Ramón

    Hola Uxio. Mucho ánimo y fuerza para sacar ese proyecto adelante y alguna sorpresa más que nos darás con alguna cosa nueva.
    Saludos

  14. Lorinser

    Hola Uxío,

    Menudo viaje, super estresante, pero con el objetivo concluido, esperamos las novedades del nuevo proyecto, un abrazo.
    Saludos

  15. Uxío Fraga

    ¡Hola Antonio y gallinapeleona!

    Antonio, queda relativamente poco ya para el final del trabajo y poder presentarlo a todo el mundo. Yo también estoy deseando que llegue a ese momento 🙂

    gallinapeleona, pronto será nuestro proyecto, no sólo mío. El primer encantado de que Roberto forme parte del equipo soy yo. Estoy de acuerdo que es de los analistas más claros que te puedes encontrar.

  16. gallinapeleona

    estoy encantada de que Roberto Moro forme parte de tu proyecto, pues se me antoja como uno de los analistas mas claros de bolsa. un abrazo y gracias por todo tus desvelos.

  17. Antonio

    Vaya tela Uxio, que viajecito, me has tenido intrigado hasta el final, como han comentado anteriormente, ahora me dejas como en las novelas, deseando leer el siguiente capitulo o mejor dicho esperando que reveles el proyecto. En estos casos se me viene un refrán a la mente, vísteme despacio que tengo prisa o algo parecido.

    Un saludo,

  18. Uxío Fraga

    ¡Gracias por escribir!

    ¡Conseguido, sí! Y valió mucho la pena tan accidentado viaje. Roberto Moro es un tipo estupendo.

    Lo de la vertiente novelista no se me había ocurrido. En cualquier caso, vería de de compatibilizarlo con la Bolsa ¡no de susittuirlo!

    ¡Un abrazo y gracias!

  19. José Luis (LaBolsaVirtual)

    Uxío, si dejas la Bolsa podrías dedícate a escribir novela de intriga!!! Menudo ritmo tiene el relato. ¡Buena historia!

  20. Javier Alfayate

    Muy bien!!! al final lo conseguiste!!!

  21. Albert

    Estupenda historia!

    Pronto habrá que ir a conocerte a ti!

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

El trading en mercados financieros supone un alto nivel de riesgo y puede no ser adecuado para todos. No inviertas capital que no te puedas permitir perder. El contenido de esta web y los servicios que se ofrecen no pretenden ser, no son y no pueden considerarse en ningún caso asesoramiento en materia de inversión ni ningún otro tipo de asesoramiento financiero, ni puede servir de base para un contrato, compromiso o decisión de ningún tipo.

Los criptoactivos no están regulados, pueden no ser adecuados para inversores minoristas y perderse la totalidad de la inversión. Es importante leer y comprender los riesgos de esta inversión que se explican detalladamente en este documento.